Tienes que tener un plan.
Sí, un plan.
El verano es muy largo y por eso es esencial llegar a acuerdos con las pantallas de forma consensuada y en familia.
Planifica una reunión familiar donde pacten el tiempo de pantallas, los dispositivos, los contenidos y los lugares donde usaremos la tecnología.
La reunión no tiene que estar marcada en la agenda en rojo, se puede improvisar en un momento en el que estén receptivos… una comida, una cena… Eso sí, nosotros tenemos que tener preparado el material (papel y lápiz).
En esa reunión podemos tratar:
- ¿Qué planes nos gustaría hacer en verano? Visitar un museo, ir al zoológico, algún parque, visitar familiares, arregalr el jardín, experimentos, etc
- Horario de pantallas y lugares. Descárgate este horario donde poner qué días y ratos se utilizarán pantallas. Tienes también vales de tiempo en nuestro descargable de cazapantallas si crees que puede divertirles. Es un buen momento, también, para pactar los lugares. Si tienes que negociar que fuera de casa, casas de amigos/familiares y restaurantes, no hay pantallas, es el momento de hacerlo. Ofrece llevar alternativas como juegos para que esos ratos sean más amenos.
En este pacto tenemos que incluir que ellos se harán responsables de apagar las pantallas cuando llegue el momento. Si ha terminado el capítulo o la película, ellos solos pueden apagar las pantallas.
Estaría bien que los adultos también entremos en ese pacto de pantallas.
Podemos adquirir algún compromiso como: poner horas de consulta del móvil o dejarlo siempre en un cajón… El compromiso con las pantallas tiene que ser de todos. No sólo de los más pequeños.
- Importante también preguntarles si ellos quieren incluir algo en esa reunión.
Este plan nos ayudará a anticiparnos a los problemas y además lo estamos haciendo en familia, en equipo y ellos forman parte del proceso.
TIP para apagar las pantallas si ellos no las apagan: conexión y lenguaje.
En muchas ocasiones nos invaden las prisas y los nervios cuando no se cumple una norma. A nosotras también nos pasa. Las veces que conseguimos cambiar la mirada, nos ha salido un poco mejor.
Respira hondo y cuenta hasta 100 antes de salir al ruedo.
Anticípate al drama y conecta con los niños mirándolos a los ojos cuando llegue el momento de apagar las pantallas:
-Entiendo que quieras seguir viendo la TV ¿lo estas pasado bien verdad? Acuérdate que hicimos un horario juntos y quedamos en que veíamos dos capítulos ¿los has visto ya? ¿qué ha pasado en los capítulos que has visto?...
Busca una forma de transitar el camino de apagar las pantallas, desde un lenguaje asertivo, cariñoso y ofreciéndole un poco de tu tiempo:
-Genial, gracias por entender que tenemos un acuerdo y tenemos que cumplirlo. Veo que te estás esforzando. ¿Apagas tu la TV? Ahora ¿podemos jugar a algo que te guste mucho? ¿o te gustaría leer un cuento?
No siempre es fácil, pero si cambiamos la forma de hablarnos, es un poco más fácil. Y si encima introducimos el juego en este proceso, podemos pasarlo muy bien en el camino.
Como dice nuestra amiga Cristina Saraldi, la vida es juego. Hace unos meses conversamos sobre familia y juego. Cris nos ayudó a abrir la mirada para ver la vida con una actitud lúdica, el cambio que necesitamos para salir de situaciones que se nos complican. Nos contó cosas muy interesantes que podemos aplicar en la vida diaria y para apagar las pantallas. Te dejamos aquí el enlace.
¡Esperamos que disfrutes mucho de los ratos en familia! Te recordamos que tenemos en la web muchos descargables para acompañaros este verano.